La vos de mi corazón.
Caída. Llegas a su casa, y lo que ves, no era lo que esperabas y menos lo que de ella te imaginabas; Un dolor indescriptible se formó en tú corazón. Le marcas al celular, pero ves como rechaza la llamada; insistes varias veces hasta que por fin contesta. —¿Dónde estás? ¿Por qué no contestas mi llamadas? – preguntás fingiendo no saberlo. — Estoy en mi casa ¿Por qué la pregunta? Además estaba ocupada –Dice molesta –entiende que no siempre podré contestarte, déjame respirar por favor. —¿Estás sola o acompañada? –preguntas fingiendo no haber escuchado nada. —¡Claro que estoy sola!, ¡si hace rato me tienes esperándote! –grita por el teléfono —Mmm ya, pues mira al frente de ti; veo que no estás tan solitaria como me lo mencionabas – dice mientras tú rostro de lágrimas se llenaba. Dejas caer aquel bello ramo de rosas que en tu mano traías, arrugas fuertemente la carta que tanto trabajo te costó escribir; mientras que tú corazón poco a poco empezaba a morir. Si, a morir, pero no de la for...